A menudo, la ilusión de encontrar una buena oportunidad en un piso procedente de banco nos hace querer correr. Sin embargo, es importante entender que este tipo de operaciones tienen sus propios tiempos… y no siempre dependen de nosotros.
En ciudades como Barcelona, todos los pisos procedentes de entidades bancarias pasan por el derecho de tanteo y retracto por parte del Ayuntamiento o la Generalitat.
👉 Estas instituciones disponen de hasta tres meses para decidir si quieren ejercer ese derecho y quedarse con el inmueble, normalmente con fines de vivienda social.
En mi experiencia reciente, he tenido casos donde técnicos municipales han visitado los pisos para valorarlos. Sin embargo, la mayoría de las veces descartan aquellos que están en malas condiciones, son demasiado pequeños o no se ajustan a las necesidades del parque público.
🔹 Por norma general, el Ayuntamiento o la Generalitat no suelen comprar pisos sueltos, sino bloques completos (de 4 o 5 viviendas como mínimo).
🔹 Además, se centran sobre todo en pisos de 3 o 4 habitaciones, que suelen destinar a viviendas tuteladas o proyectos sociales similares.
Por eso, desde un punto de vista de inversión inmobiliaria, los pisos más pequeños —entre 50 y 70 m²— suelen ser la mejor apuesta:
✅ Son más fáciles de vender.
✅ Tienen menor riesgo de ser adquiridos por la administración.
✅ Y suelen ofrecer una rentabilidad más ágil en el mercado.
En resumen, la paciencia es clave cuando se trata de pisos bancarios. Entender el proceso y anticipar los plazos te permitirá evitar frustraciones y tomar decisiones más inteligentes.